Todos tus proyectos, los que puedan hacer de ti una persona mejor, no los abandones a la suerte, suéñalos a menudo, siéntelos dentro tuyo, para que el Universo se encargue de convertirlos en realidad.
Enriquece tu vida con pensamientos de felicidad y habla de ello con quien desees, pues así construirás tu camino, con dicha y plenitud.
Agradece cada día todo lo que ya tienes, que de seguro no es poco, y serás recompensado en su justo momento.
Elige cuidadosamente a las personas con quienes tendrás edificadoras charlas, pero no excluyas a aquellas que no sean afines a tu forma de pensar.
Aquieta tu mente y disfruta del silencio que habita en tu interior, porque ahí está Dios, justo en tu corazón.
Escucha música, canta, ríe y diviértete en compañía de otros, porque tu espíritu también lo necesita para hacerte crecer con alegría.
Juega a ser niño otra vez, pues esa inocencia que alguna vez te acompañó, aun reside en ti; deja que aflore cuando tu alma te lo pida, pues allí está el verdadero secreto para caminar por esta existencia con alas de libertad y amor...
Bendiciones!!!
Edgardo R. Silva